Metalord Revolution Capitulo 300

CAPITULO 300

LA SOMBRA SOBRE DLAGÓN

PERSPECTIVA: Tercera Persona

El barco del grupo es capturado por una fuerza desconocida que la mueve y direcciona a su voluntad, llevado al puerto de una isla desconocida, en donde son recibidos por una de las tantas monstruosidades que habían asaltado el navío. Pero este ser que llevaba un bastón y chaleco hecho de algas, era capaz de hablar la lengua de Gresswold.

—Bienvenidos mortales de la superficie, a la morada de nuestro dios “Dlagón”.

A espaldas del monstruo del bastón y las docenas de monstruos que le acompañaban, se revela con la niebla disipándose una ciudad en un estado deteriorado de abandono con crecimientos de algas y moho en los alrededores. Un rugido se hace sonar en lo lejos de aquella ciudad, una criatura gigantesca solo podía haber producido tal rugido bestial.

—Nuestro dios “Dlagón”, también les da las bienvenidas -Declaro la criatura humanoide del bastón.

Una ciudad abandonada, criaturas con collares plateados mágicos hechos a la medida con posiblemente herrería arcana y uno de esos seres era capaz de hablar perfectamente la lengua de Gresswold. Ya sea que se traten de alguna clase de civilización de monstruos o una raza desconocida de seres con intelecto racional, aquellas criaturas en un principio se presentaron con hostilidad.

—¿Quiénes son ustedes? -Pregunto Rozuel.

El dialogo sería una opción sensata ahora, averiguar dónde estaban o saber quiénes eran aquellas monstruosidades, arrojaría algo de luz a tantos enigmas sobre su situación actual, por ello Roz tomo la decisión de hablar por todos.

—Somos los “Insmoth”, fieles servidores del dios “Dlagón”, obedecemos fidedignamente la voluntad absoluta de nuestro amo, señor y creador -Contesto la criatura —Se me ha otorgado el honor de poseer un nombre y voz para interactuar con los mortales de la superficie, soy “Anq”.

Las criaturas a sus espaldas estaban en total silencio y quietos como estatuas, siquiera parpadeaban pues carecían de parpados, el único que interactuaba era aquel “Insmoth” parlante autoproclamado “Anq”.

—Varios de los tuyos se subieron a nuestro barco y atacaron a los nuestros, ¿por qué razón lo hicieron? -Fue la siguiente pregunta del esper.

—Los mortales de la superficie reciben nuestra “bienvenida”, deben ser llevados como “ofrendas” a nuestro dios, su perseverancia les ha concedido el honor de hablar con nosotros.

Cuando la criatura revelo detalles como “ofrendas”, se intuye cual fue el destino del capitán y parte de los marineros, pues estos ya no estaban en el barco, salvo por solo uno. Era dudoso de creer que el capitán fuera un monstruo desde el principio, ahora se podía saber que fue atacado por una de esas cosas y luego tomaron su lugar con una magia que les permite adoptar el aspecto con la misma voz de una persona.

—¿”Ofrendas”?, esas cosas nos quieren sacrificar a su maldito dios -Riza comento.

—Maldecir a nuestro dios es una blasfemia que se paga con MUCHO DOLOR, pero los mortales de la superficie deben ser servidos como “ofrendas” a “Dlagón”, así lo proclama nuestro señor -Declaro Anq.

—No somos los primeros en llegar aquí, ¿verdad? -Pregunto Rozuel.

De repente las aguas en las cercanías a su alrededor se vuelven por unos escasos segundos trasparente y se podía observar restos de barcos hundidos, varios de ellos que no se alcanzaban a contar, luego el agua vuelve a su estado normal y ya no se podían observar aquellos navíos hundidos.

—Los mortales de la superficie son invocados hacia aquí, su rol fue dado desde un principio por nuestro dios, aceptarlo a voluntad traerá paz, ir contra sus deseos solo conlleva a dolor y agonía, ¿qué eligen?.

Las intenciones de estos seres denominados Insmoth eran claras, el grupo no era el primero en llegar a aquella isla, y tampoco serian los últimos, su barco era otro del montón, que aquellos monstruos siguieran haciendo de las suyas, es porque todos fallaron en acabar con ellos en dichos encuentros. ¿Entonces luchar es la única opción?, ¿podrían salir victoriosos ante tales enemigos?, aunque estaba el tema de aquel rugido monstruoso, algo más poderoso y grande estaba más allá de aquella ciudad abandonada.

De repente Aleab y Rozuel comienzan a sentir al mismo tiempo una serie de dolores de cabeza, eso llamo la atención de sus compañeros, y esas jaquecas pronto se tornaron aun más extrañas con una voz que comenzó a oírse en la consciencia de los dos.

—“¿Hola?, maravilloso, ha resultado, se que te resulta confuso y no comprendes en absoluto lo que está ocurriendo, pero, aunque lo lógico sería que no confíes en las palabras de un desconocido y una voz enigmática en oyes en tus pensamientos, soy la mejor opción que disponen para no caer presa de los Insmoth, por favor, sigue mis instrucciones y todos ustedes estarán a salvo de ellos”.

Los dolores de cabeza se detienen cuando aquella voz de tono masculino les brindas unas instrucciones sobre como “librarse” de las monstruosidades que le superaban en número.

—Aleab, ¿tu también oíste lo mismo? -Pregunta Roz.

—Si, ¿entonces deberíamos hacerle caso? -Contesto Aleab.

—¿De qué están hablando?, ¿Qué “oyeron”? -La bruja pregunta.

—¿Amo se encuentra bien?, usted y la señorita Aleab parecían tener un fuerte dolor de cabeza -El preocupado Allum dijo.

No quedaba mucho tiempo, los Insmoth no tardarían de pasar de las palabras a la violencia, entonces el esper tomo su decisión en confiar en las instrucciones de aquella voz, aun incluso existiendo la posibilidad de que pudiera ser otra trampa preparada por sus inhumanos enemigos.

—Escuchen, esto sonara loco, pero conozco una manera de evitar a estas cosas -Les hablo Rozuel a su grupo en voz baja —Lo loco aquí es… que esta idea viene de una voz misteriosa que acaba de hablarnos a mi y a Aleab hace un momento.

—¿Qué?, ¿de verdad piensas confiar en una voz extraña así nada más? -Jhamel le cuestiona —Ya estamos en un sitio bastante extraño, y que voces en la cabeza oportunamente te indiquen una manera de salvarnos el pellejo, sigue sonando bastante sospechoso, siendo sincero.

—¿Tenemos más opciones aparte de luchar? -Tayra pregunta.

—Nuestras armas deberían poder con ellos -Riha apoyo la opción del combate.

—Oh pero que buena idea, me pregunto si la munición alcanzara para quien sabe cuántos de posibles cientos más de esas cosas que están por allí, en una maldita ciudad abandonada -La bruja expreso con ludibrio la idea de la Lupian.

La semihumana y la joven de cabellera naranja chocan sus miradas con notoria indignación, a lo que es interrumpida por Anq quien vuelves a hablarle.

—Es hora de elegir mortales de la superficie, ¿cuál es su decisión? -El Insmoth del bastón y chaleco de algas vuelve a ofrecerles elegir.

—Ah si, veras sobre eso… -Rozuel le responde con el levantar de su AK-47 y abrir fuego contra los Insmoth en modalidad automático.

Crok, Allum, Riha y Riza le siguen en esa orden, quedando el resto pendiente con sus armas cuerpo a cuerpo desenfundadas, el Insmoth del bastón consigue antes de que Rozuel disparase, ocultarse detrás de los suyos e invocar un charco sobrenatural de agua en el suelo del cual mágicamente se sumerge en este desapareciendo, el charco de agua desaparece por consiguiente sin dejar rastro.

La lluvia de proyectiles acribilla a varios de los humanoides acuáticos, con fatales heridas en el pecho o la cabeza, algunos perdiendo una extremidad superior en el proceso. Uno de los Insmoth infla sus mejillas y escupe un chorro de agua viscosa de varios metros que llega hasta la posición del grupo.

Aquel chorro logra empapar el brazo de Jhamel con su espada incluida, se tenia lo peor cuando se observa que la tela de su vestimenta de la extremidad y la espada comienzan a derretirse como si de acido se tratara aquel líquido. Pero para alivio del Vigidente, su piel seguía intacta, aquella agua escupida por el monstruo solo destruyo parte de su ropa del brazo y su arma, parece que solo afectaba a objetos materiales y no el tejido orgánico.

—«Gas de la boca que puede dejarse en un sueño fuerte y un líquido acido que solo destruye lo material, sus ataques están dirigidos a ser no letales» -El Trotamundos se percató de ello.

Algunos Insmoth logran escaparse de las balas saltando hacia el agua, pero la mayoría de aquella docena consigue ser asesinado por el grupo, eso costo todo un cargador entero para cada uno y no tardaron en recargar. Se bajaron del barco por el puente de madera, avanzando con paso veloz pero cuidadosos de los alrededores.

Pronto uno de aquellos monstruos sale de un lado del puente y escuche aquel charco de agua acida de su boca, consigue golpear una de las pistolas de la Lupian, a lo que ella responde en colera con varios disparos que asesten en cuello y cabeza, acabando con este.

—¡Maldición el infeliz destruyo el arma! -Exclamo una enojada Riha.

Una de las Beretta 92 se disuelve con el potente acido que solo afectaba a objetos materiales, la destrucción del arma fue solo en escasos segundos.

—¡No pierdan el tiempo, corran! -Aconsejo el esper.

Aceleraron el paso y más Insmoth comienzan a salir de los lados del puente para escupir más de aquel acido, apuntaban a las armas del grupo, querían desarmarles, consiguen alcanzar a Tayra y su alabada pesada. Todos llegan hacia el final del puente, con la perdida de una de las pistolas de Riha y el arma pesada de la Sargaria quien lamenta por su torpeza perder a su “compañero” que le ha acompañado todo este viaje.

—¿Qué es esa cosa? -Aleab avisto algo aproximarse en el cielo.

A las alturas se observó algo acercándose de la ciudad, volaba sin necesidad de alas, tenia el aspecto de una protuberancia carnosa de fuerte rojo, era más grande que un humano adulto y con numerosos tentáculos que revoloteaban en todas partes.

—¡Oigan espérenme!.

Una voz resuena en el barco, era el marinero que fue dejado en la habitación cuando un gas de uno de los Insmoth le dejo inconsciente, tras haber despertado, se guio del ruido de los disparos del grupo y corrió hacia ellos. Salto hacia el puente de madera para alcanzarse, hasta que de pronto aquella monstruosidad aérea abre un ojo de proporciones anormales de entre su carnosa estructura.

De aquel ojo dispara un rayo que golpea al marinero y lo empuja hacia atrás, pero no le mata, todo su cuerpo de pie a cabeza estaba siendo azotado por pequeñas descargar de corrientes que le habían paralizado, incluso para hablar. El grupo tras presenciar lo que era capaz aquel ser, disparan contra la criatura, el monstruo se envuelve en un escudo hecho de mana.

El ser volador estaba a punto de realizar otro disparo de su globo ocular, cuando su escudo comienza a debilitarse por las cantidades de balas recibidas y su ojo es destrozado en el proceso por varios proyectiles. Toda su protuberante estructura es alcanzada por las balas que dejan a la criatura en un estado grave y sangre roja espesa chorrea de sus heridas.

La punta de cada tentáculo de la criatura revela bocas con fauces monstruos que empiezan a vomitar sin control de su interior un líquido azul que arrojan por los alrededores. Aquel vomito era el mismo que los Insmoth, un acido capaz de destruir todo lo material e indefenso contra lo tejido orgánico, el grupo se alejo del rango evitando que sus armas o vestimenta fueran víctima de esta. El monstruo cae al suelo, rodeado de su esencia vital, vomito azul de sus tentáculos y luego deja de moverse.

Más Insmoth salen del mar con intenciones de arremeter contra el grupo, algunos se quedan sin balas y mientras recargan dejando a los pocos la tarea de lidiar con ellos, uno consigue acercarse lo suficiente y luego saltar varios metros. Desde la altura infla sus mejillas y escupe una bola hecha de aquel liquido azul, la criatura es alcanzada por varias balas y su proyectil viscoso se aproxima con Roz como objetivo.

Rozuel esquivo la bola liquida, la cual impacta cerca de su posición y dispersa en varias gotas su contenido por los alrededores, una de esas gotas termina cayendo en el dedo meñique de su brazo artificial izquierdo, observa como todo el dedo se disuelve en consecuencia.

—[“¡Peligro!, ¡sustancia química mágica detectada!”] -Replico la voz mecánica masculina del B.T.A.C.E.P. en la cabeza de Rozuel —[“Activar protocolo RCR”].

Su brazo artificial perdió un dedo, pero el resto de la extremidad se conservaba intacta, en las cercanías entonces observan como todos los cadáveres dispersos de los Insmoth asesinados son rodeados por un aura mágica. Aquella aura era producto de extensiones hechos de mana con forma de tentáculos, el punto de origen era del Insmoth del bastón y chaleco tribal hecho de algas, Anq.

Estaba cerca del puente de madera, con su bastón invoco un poder que emergió de su cuerpo con magia en forma de extensiones hecha de mana con el aspecto de numerosos tentáculos. Estos se extienden para hacer contacto con cada cadáver de los suyos, los cuerpos comienzan a rodearse de magia y envolverles de mana.

El grupo dispara contra el humanoide del bastón, pero la criatura invoca aquellos charcos de agua sobrenatural del cual uso anteriormente para escapar, ahora los manifiesta en el aire como un escudo frente a él. Todos los proyectiles que golpean el charco mágico entran en su interior, pero no salen del otro lado.

 —¡Alto!, esa defensa suya no repele las balas, ¡las absorbe! -Declara Rozuel —Es alguna clase de magia de teletransportación, pensar que puede usar tal problemática habilidad de esa manera…

Los cuerpos alcanzados por los tentáculos de mana del humanoide del bastón se levantan, todas sus heridas se regeneran al instante, aquellos que perdieron extremidades, o porciones de su cabeza o terminaron con buena parte de su estructura reventados por recibir considerable daño, regeneran todas las partes de su organismo recuperándose al 100%.

En un abrir y cerrar de ojos, todos los Insmoth asesinados regresan a la vida, docenas y docenas de ellos que casi llegaban a los cien estaba totalmente recuperados, de pie y listo para combatir. El grupo tenia sus armas apuntando contra ellos, entonces uno voltea en dirección hacia la ciudad y observa a seres gigantescos emerger de allí.

—Chicos, tenemos problemas, ¡gigantescos problemas! -Jhamel les advierte.

Desde la ciudad tres criaturas de entre 7 y 8 metros emergen de esta, tenían el cuerpo semejante a los Insmoth, humanoides de piel gris verdoso escamosa y de largas zarpas, pero carecían de cola. Pero lo que llamaba más la atención, era que su cabeza no era de pez, era de una sanguijuela cuya boca se podían observar cantidades de dientes desproporcionados y babeaba un líquido incoloro.

Por si fueran poco, detrás de aquellos gigantes con cabeza de sanguijuela, le acompañaban una bandada de seres voladores con forma de protuberancia carnosa y tentáculos en su organismo. De un lado u otro, el grupo estaba rodeado, y aún estaba la amenaza del Insmoth de bastón capaz de lidiar con las armas de fuego y además revivir a los caídos.

¿Cómo podrán lidiar con tal problemática situación?, la desproporcional superioridad del enemigo los tenía en jaque.

Continuara…

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